Cine: La habitación

¡Hola!

Esta semana me he puesto cinéfilo y he visto varias películas galadornadas en la gala de los Oscar 2016. Hoy os traigo crítica de La habitación, película que se llevó el Oscar a mejor actriz por el fantástico papel de Brie Larson.

Para Jack, un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lugar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre. Por la noche, mamá lo pone a dormir en el armario, por si viene el viejo Nick. La habitación es el hogar de Jack, mientras que para su madre es el cubículo donde lleva siete años encerrada, secuestrada desde los diecinueve años. Con gran tesón e ingenio, la joven ha creado en ese reducido espacio una vida para su hijo, y su amor por él es lo único que le permite soportar lo insoportable. Sin embargo, la curiosidad de Jack va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo.

Opinión Personal:

El mundo de Jack se reduce al pequeño cobertizo en el que vive. Desde que nació, solo ha visto esas cuatro paredes y tan solo se ha relacionado con su madre, Joy, una joven coraje que hace todo lo posible para que Jack esté lo más cómodo posible. Jack es un niño muy inteligente: acaba de cumplir cinco años, es muy trabajador y tiene una imaginación grandiosa: para él, no existe nada más que esa pequeña habitación, cree que la televisión que hay en la casa es magia y que en el exterior de esas cuatro paredes tan solo está el espacio exterior. 

Joy es consciente de que no va a poder retener más a Jack y decide contarle la trágica realidad que están viviendo: hace siete años, Joy fue secuestrada por el viejo Nick, el padre de Jack, y, desde entonces, está retenida en esa habitación. Es el momento de idear un plan para escapar de ese lugar y, para ello, es necesario poner todas las cartas sobre la mesa.

Vi esta película después de que ganara el premio pero supe de su existencia un  poco antes de las nominaciones. Está basado en la novela homónima de la escritora Emma Donoghe, que no he leído a pesar de que lleva casi cinco años publicado en nuestro país. Es una historia muy dura que quizá es suavizada al estar narrada desde el punto de vista de Jack, el niño, que cuenta todo lo que ve con una perspectiva muy inocente pero que, aún así, deja entrever el gran horror que vive esta pequeña familia.  Jack es un niño muy vivo, muy despierto, cuya curiosidad a veces le resulta un problema a su madre, que hará lo imposible por intentar mantenerlo a salvo.

Es una película de argumento bastante sencillo pero que, precisamente por eso, es tan efectiva.Desde el primer momento empatizas con los protagonistas y te estremeces con sus silenciosos, con sus miedos y con sus inquietudes. Lejos de lo que se pueda pensar, la película rechaza el morbo que podría generar una situación como esta. Es, después de todo, una historia de amor y de supervivencia. Ese cobertizo, tan pequeño y oscuro, se convierte en tu pequeño hogar junto a los protagonistas y la sensación de claustrofobia está presente en la parte superior de tu estómago. Creo que la historia cala por la fuerza de sus personajes, ambos son reales y no hay rastro de diálogos artificiales ni florituras filosóficas de ningún tipo. Su vida es así y punto. Joy no es una madre perfecta: se enfada, siente, llora y grita pero su amor por Jack está por encima de todas las cosas. La voz de Jack, a través de sus monólogos, representa la inocencia más cándida: es un niño que, en el fondo, no entiende en la situación en la que se encuentra y no dudará en mostrar rabietas ante aquello que más le asusta. La segunda parte de la película es bastante diferente a la primera, es un proceso de adaptación, de intentar seguir con tu vida a pesar de que por dentro estás completamente destrozado por una experiencia así. Quizá la segunda parte decae un poco con respecto a la primera pero creo que es, simplemente, necesaria para entender un conflicto similar. 

 La relación entre madre-hijo es la columna vertebral de esta película, es una relación muy cambiante, llena de altibajos, pero con mucha fuerza que alcanza el clímax gracias al fantástico papel de ambos protagonistas. Brie Larson está simplemente fantástica en este papel, le viene ni que pintado, pero es que Jacob Tremblay está inmenso también. La cantidad de premios que ha conseguido la actriz por este papel son bien merecidos y, al igual que me pasó con Alicia Vikander, probablemente le seguiré la pista.

4,5/5

La habitación es una película con argumento muy sencillo e incluso predecible pero con una fuerza arrolladora que se sostiene, precisamente, en las fantásticas interpretaciones de ambos protagonistas. Si tenéis oportunidad, no dudéis en verla en vuestro cine más cercano.