Reseña Cada siete olas

¡Hola a tod@s!

Hace unos días os traje la reseña de la primera novela de esta serie y, hoy, toca la de la segunda parte. Se trata de "Cada siete olas", continuación de "Contra el viento del norte", escrito por el genialoso  Daniel Glattauer y publicado por Alfaguara.

Atención. Contiene spoliers del libro anterior.

Título: Cada siete olas
Autor: Daniel Glattauer
Editorial: Alfaguara
Páginas: 270
PVP: 17,50

Sinopsis:

 1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas. 3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…Daniel Glattauer vuelve a cautivar a los lectores y a la crítica internacional con su peculiar mirada sobre las relaciones amorosas en nuestro tiempo. Emmi y Leo nos enseñan que, después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima, y ésa trae siempre muchas sorpresas.

Opinión Personal: 

En el libro anterior, descubrimos que Leo se iba a marchar a Boston después de recibir un e-mail del marido de Emmi pidiéndole que cortara la relación tan peculiar que mantiene con su mujer. Después de la que tendría haber sido su última cita, a la que Emmi no acudió por un simple detalle, han pasado unos meses sin recibir ni una sola respuesta de su amigo de correspondecia porque este ha eliminado su cuenta de correo electrónico. Sin embargo, tras mucho insistir durante varias semanas Emmi descubrirá que su compañero ha recuperado su cuenta de correo y que, a pesar de todo, él ha sido incapaz de olvidarla. No obstante, en estos meses todo ha cambiado: él ha empezado una relación Pamela, una guapa chica estadounidense, y Emmi sigue casada, en un matrimonio feliz. ¿Serán capaces de superar las fronteras de su relación a un nuevo nivel o, en cambio, todo acabará de manera definitiva?

Después de devorar y enamorarme de "Contra el viento del norte", tenía miedo de que esta segunda parte no me gustara tanto. Sin embargo, era imposible no adentrarse a la lectura de esta segunda parte después de leer ese-final. Cada siete olas no ha resultado ser tan bueno como la novela anterior, pero sigue siendo igual de recomendable. El estilo de la novela sigue siendo tan ágil como en la primera novela: se lee especialmente rápido, por la brevedad de los mensajes de correo y los todavía chispeantes diálogos que hay entre ambos personajes y que parecen ser ya un ingrediente necesario en todas las novelas de este autor. La novela es apasionante; es inevitable sentir algún tipo de simpatía por ambos protagonista en algún momento de la novela. Daniel Glattauer tiene una habilidad impresionante para crear personajes entrañables y ya estoy deseando conocer algún personaje suyo más a ver si son capaces de superar estas novelas. Cada siete olas, aunque me duela decirlo, creo que podría haber sido una novela totalmente prescindible: ya sé que el autor no tenía pensado escribirla -a mí no me hubiese importado que acabara de aquella manera, porque me parecía realista a más no poder-, pero también es verdad que podría haber alargado un poco más el primer libro que satisfaciera a los fans. Pero, bueno, Cada siete olas es una novela que se disfruta y entretiene, aunque no llega a resultar tan buena como su primera parte: le falta "algo", un algo que todavía no he sabido capaz de encontrar pero que no por ello hará que la novela no me haya gustado o defraudado, porque no es así.

4/5

En definitiva, "Cada siete olas" ha sido una continuación que me ha gustado, pero que no ha sido capaz de superar a su antecesor. Sin embargo, creo que es un final bastante bueno para la historia de Leo y Emmi, personajes entrañables que ya ocupan un pequeño espacio en mi corazón.